Según una leyenda, Buddha en una de sus reencarnaciones fue un conejo que tenía como amigos a un mono, una zorra y una nutria. Un día el Buddha-Conejo propuso a sus amigos que los días de Luna llena buscarían comida extra y se la darían a gente hambrienta. El primer día que hubo Luna llena, el mono trajo plátanos, la zorra un cervatillo, y la nutria trajo pescado. Pero el Buddha-Conejo no pudo traer nada, porque lo único que comía era hierba y eso no lo comen los humanos. El Buddha-Conejo se dió cuenta del gran problema en el que se había metido y decidió que ofrecería su carne como comida. Comunicó su decisión al “Rey del cielo”. Cuando llegó el momento, el “Rey del cielo” creó una fogata y el Buddha-Conejo se saltó dentro de ella. Pero el fuego que había creado el “Rey del cielo” no estaba caliente, el Buddha-Conejo no se quemó. El Buddha-Conejo se quejó de que ese fuego no quemaba y el “Rey del cielo” le dijo “Lo importante es que tuviste buena voluntad y fuiste sincero cumpliendo tu promesa de dar tu propia carne como comida. Tu buena voluntad y tu proeza no serán olvidados”. A continuación, el “Rey del cielo” dibujó un enorme conejo en la superficie de la Luna que recordaría a todas las futuras generaciones la proeza y la buena voluntad del Buddha-Conejo.
En China se cree que en la Luna hay un conejo creando el elixir de la inmortalidad. En Japón se cree que lo que hace el conejo, en vez de crear el elixir de la inmortalidad, es amasar mochi (Dulce de arroz) con un mazo. Este proceso de amasar el mochi se dice en japonés “mochitsuki” (餅つき) que casualmente coincide con la pronunciación en japonés de la palabra “Luna llena” (mochitsuki 望月).
Y así es como con un poco de imaginación podéis ver la forma del conejo en la Luna, que según la tradición japonesa está amasando mochi:
Si preguntas a un japonés/a qué forma tienen las manchas de la Luna te dirán sin dudarlo que es un conejo amasando mochi con un mazo. También te dirán que es de color amarillo.
3 comentarios:
Bueno... conejo, conejo... lo que se dice conejo... hay que tener mucha imaginación
Jo! pues yo lo veo.
Que romántica visión de la luna.
Me ha gustado mucho la historia sobre los conejos... tanto la versión china como la versión nipona.
Cual es vuetra visión?
Como dice Rosana en su canción...
No te doy la luna llena porque es la eterna rosa, que regalan los amantes con el aire de la boca
y si el amor se rompe porque el amor se equivoca, el mundo amaneceria... repleto de lunas rotas
Publicar un comentario